Proyectos estratégicos como Construction Blueprint, H&S Blueprint o Construye 2020+, liderados por la Fundación Laboral de la Construcción, ponen en valor los objetivos de la Unión Europea en eficiencia energética, digitalización y economía circular en el Día de Europa.
Eficiencia energética, digitalización, economía circular; movilidad profesional, incorporación plena de la mujer, transferencia de conocimientos de trabajadores veteranos a los más jóvenes; visibilidad e impulso de un sector que debe transformarse en industria competitiva. Estas palabras se han convertido en el mantra de la construcción en la Unión Europea (UE), durante los dos últimos años.
Y, aunque tomando distancia al tiempo pasado, la efemérides que celebramos hoy con el Día de Europa, nos lleva a recordar que el ministro francés de Asuntos Exteriores Robert Schuman, ya apuntaba el 9 de mayo de 1950, en la Declaración que lleva su nombre, la necesidad de trabajo en común, modernización, mejora de la calidad, desarrollo de una producción y una exportación más competitivas y condiciones equitativas de los trabajadores. Schuman proponía en su intervención la creación de una Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), germen de la Unión: “Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen, en primer lugar, una solidaridad de hecho”.
BIM, Lean Construction, edificios inteligentes con interconexión a internet permanente, robótica, realidad aumentada, impresión 3D, nuevas plataformas y herramientas, aplicaciones móviles… Estos términos se presentan como otro tantra, aunque más tormentoso y menos entendible, para muchos trabajadores de la construcción que se enfrentan al desafío de que, para ser competitivos, deben -tienen- que capacitarse y cualificarse en competencias ‘verdes’ y digitales con las que se especialicen y despunten ante la demanda empresarial.
Europa persigue, así, lograr la eficiencia de los recursos para un sector de la construcción sostenible y mundialmente competitivo. De hecho, la Comisión Europea hace seguimiento y balance de la Estrategia de la Construcción 2020 –“Estrategia para una competitividad sostenible del sector de la construcción y de sus empresas” de 2012- en el ‘High Level Tripartite Strategic Forum’.
Gracias a esta Estrategia, los países de la Unión han conseguido impacto, visibilidad y difusión a sus avances y buenas prácticas en la materia que, de otra manera, no se hubieran alcanzado. Asimismo, ha posibilitado reunir a toda la cadena de valor de la construcción de la UE.
Sin embargo, quedan pendientes retos como la inclusión de todos los actores, una tarea difícil por tratarse de una industria dominada por las pymes y micropymes, adecuar las políticas y normativas; o la mejora del intercambio de información, para hacer que la ‘información de construcción’ siga siendo relevante a largo plazo y se construya bajo un lenguaje y principios comunes que mejoren la cooperación entre los países.
En los próximos años, la iniciativa Construcción 2020 ampliará su horizonte a 2030 o 2040 y deberá evolucionar hacia un enfoque más holístico para abordar cuestiones de manera integrada.
En esta línea puntera trabaja la Fundación Laboral, como líder español de iniciativas de referencia europeas, tales como el marco estratégico de competencias en el sector de la construcción –Construction Blueprint-, completado con el marco estratégico de competencias en Prevención de Riesgos Laborales (PRL) –H&S Blueprint-, o el proyecto en competencias ‘verdes’ –Construye 2020+-.